Se
casó el 10 de enero de 1996, 10 días antes de su cumpleaños. Su vida era como
cualquiera, su esposo trabajaba hasta las 10 de la noche y ella cuidaba a su
pequeño hijo Abel. Somos un matrimonio normal, se decía, mi esposo me ama y
tengo un hijo de 2 años que muy pronto crecerá, nosotros nos jubilaremos y nos
iremos a las Bahamas.
Eran
las 11 de la mañana un día como cualquier otro al norte de Guayaquil. Estaba
tranquilo y despejado. Abel jugaba con las ollas de la cocina mientras ella
estaba cocinando. En un impulso
casi imperceptible prendió todas las hornillas, abrió la puerta del patio,
salió y la cerró con llave. Con la mayor tranquilidad puso una escalera contra
la pared y se sentó serena al frente de la puerta gritando sin fuerzas, ayuda,
ayuda. La puerta se abrió y el niño de dos años estaba detrás con otra llave,
una nueva llave. Ella entro, termino la comida, sentó a Abel frente a su sopa y
fue a su cuarto. Con las corbatas de su esposo hizo una especie de soga y con
la puerta entre abierta se ahorco. El niño seguía esperando afuera.
En
un periódico de la ciudad se lee:
Guayaquil
21 de enero del 2000
El
día de ayer un padre de familia encuentra ahorcada a su esposa y a su hijo
ahogado en la sopa. Se sospecha que fue un homicidio-suicidio. Se desconoce más
información. Era solo una familia.
Son
cosas de todos los días, a veces es el padre quien elige la sopa y a veces es
el hijo quien elige la soga.
Tu cuento me hizo preguntarme esto de la definición de la vida normal. Todo parece perfecto según el texto y al parecer eso perturba a las personas, esta imagen de solución ante la vida siempre parece ser que se piensa como una respuesta fácil. Y la muerte comienza a ser atractiva en una vida normal.
ResponderEliminarMe sentí completamente introducida en la aburrida vida de esta mujer, la forma de narrar parece ser siempre una broma, una constante ironía sobre las personas y sus "perfectas" vidas. Algo interesante son los datos tan exactos que se dan. Creo que en los momentos en que la mujer habla debería haber alguna diferenciación con signos o letra cursiva. El final fue lo mejor.
ResponderEliminarbastante impactacte y desequilibrante cuando se introduce este asunto del suicidio, hasta ahí pareciera que todo iría bien: rutina, sopa, comida, familia perfecta, etc. Tal vez yo le pondría un poco más de suspenso al momento del ahorcamiento.Me pareció un buen cuento
ResponderEliminarMe gustó mucho el cuento y la manera en que se narra esta vida aburrida y monotonía; el uso de la nota del periódico me parece bastante creativo. Es el que más me ha gustado de todos.
ResponderEliminarMe parece que podrías jugar con la idea de "normalidad" y en vez de nombrarla, mostrarla para darle más dinamismo al texto. La frase del final me parece que tiene una falla de sintaxis o tal vez necesita unos signos de puntuación porque pierde la fuerza. Concuerdo con Byron también en esto de darle más suspenso porque el tono con el que lo cuentas le quita fuerza.
ResponderEliminarMe parece interesante la idea del suicidio como algo atractivo en una vida tan monótona. Concuerdo con Juan, en que revises ciertas faltas ortográficas que bajan la intensidad de tu cuento. Me gusta el juego de palabras del final y el recursos tipo periodístico que incluyes en el cuento. Talvés, el segundo párrafo de la historia que es la clave del cuento, puedes desarrollarlo de una mejor manera, algo más fuerte y preciso. De ahí, me gusta ese grado de ironía que marcas a lo largo de todo el relato.
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