Calles manchadas de brea y sangre, (que mezcladas forman una masa de hombres)
Vuelan ideas entre el humo de la noche
El silencio es el chillido de los frenos, el retumbar de los motores
Está presente en la neblina amarillenta donde todos nos reunimos a eructar cumplidos
La sensatez se la encuentra frente al urinario
Hay que cerrar las ventanas porque la ciudad nos quiere habitar
Gemidos de las sombras se desgarran desde mis escombros.
No hay ancianas, ni doncellas en los callejones. Solo manchas que parecen hombres.
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